Derechos para ingresar y utilizar la superficie de una parcela de tierra, generalmente en relación con un contrato de arrendamiento de petróleo y gas u otro contrato de arrendamiento de minerales. Pueden quedar “implícitos” en los términos del contrato de arrendamiento (sin excepción o reserva explícita de los derechos de superficie) o establecerse “explícitamente”.
Los derechos de superficie se refieren a los derechos y privilegios legales asociados con el uso, control y propiedad de la superficie de un terreno o propiedad. Estos derechos suelen incluir la capacidad de ocupar, construir, desarrollar y hacer uso de la superficie de la tierra para diversos fines.
Los derechos de superficie pueden abarcar una serie de actividades e intereses, como:
Propiedad: El derecho a poseer y poseer la superficie de la tierra, incluidas las mejoras o estructuras en ella.
Acceso: El derecho a entrar y salir de la propiedad a través de puntos de acceso o servidumbres establecidos.
Uso y disfrute: El derecho a utilizar la tierra para diversos fines, como actividades residenciales, comerciales, agrícolas o recreativas, dentro de los límites definidos por las leyes y normativas aplicables.
Desarrollo: El derecho a desarrollar o alterar la superficie de la tierra, incluida la construcción de edificios, carreteras, servicios públicos u otra infraestructura, sujeto a las regulaciones de zonificación y uso de la tierra.
Recursos naturales: El derecho a extraer o utilizar los recursos naturales que se encuentran en o debajo de la superficie de la tierra, como minerales, petróleo, gas, madera o agua, sujeto a los permisos legales pertinentes y a las regulaciones ambientales.
Refrigerios: El derecho a conceder o recibir servidumbres, que son derechos de uso limitados sobre la propiedad de otra persona, como conceder a una empresa de servicios públicos el derecho a operar líneas eléctricas o tuberías en todo el terreno.
Es importante tener en cuenta que los derechos de superficie pueden ser distintos de los derechos de superficie, que implican la propiedad y el control de los recursos que se encuentran bajo la superficie, como los derechos minerales o los derechos de aguas subterráneas. En algunos casos, los derechos de superficie y los derechos de subsuperficie pueden ser de propiedad independiente, lo que permite que diferentes personas o entidades tengan derechos e intereses distintos en la misma propiedad.